El icónico músico estadounidense de 74 años demostró que la edad es solo un número al ofrecer una actuación electrizante de tres horas en el Estadio Civitas Metropolitano de Madrid. Ante más de 50,000 espectadores, el artista de New Jersey revivió la esencia del rock clásico con un repertorio que abarcó décadas de éxitos.
La noche comenzó con «Lonesome Day», seguida de una sorprendente «Cover Me», dando inicio a un viaje musical que incluyó siete temas del álbum ‘Born In The U.S.A.’. El concierto, cuidadosamente estructurado, mantuvo un equilibrio entre canciones enérgicas y momentos más íntimos.
Destacaron interpretaciones poderosas como «Trapped» y «Ghosts», esta última de su trabajo más reciente. La conexión con el público alcanzó su punto álgido con «Hungry Heart», literalmente haciendo temblar el estadio. El artista no escatimó en momentos emotivos, ofreciendo una versión conmovedora de «The River» y una elegante interpretación de «Nightshift» de The Commodores. «Last Man Standing» y «Backstreets» demostraron la influencia del cantante en generaciones posteriores de músicos.
La recta final del concierto incluyó himnos como «Because The Night», «Wrecking Ball» y «The Rising», culminando con clásicos como «Born In The U.S.A.», «Born To Run» y «Dancing in the Dark». El cierre acústico con «I’ll See You in My Dreams» proporcionó un final íntimo a una noche épica.
Esta actuación no solo reafirmó el estatus del artista como leyenda viva del rock, sino que también demostró su capacidad para conectar con el público a través de décadas de música, fusionando lo mejor de su pasado con su presente creativo.